domingo, 1 de enero de 2012

Este año no he tomado churros.

No he desayunado en casa, porque no he dormido aquí. Y parece una tontería, pero he echado de menos que mi padre me despierte abriendo la puerta y diciendo: Niña, ¿quieres churros?

Recién hechos del bar y bueno, con un vasito de leche con cacao calentito, ñam.

El año que viene duermo en casa por tal de eso, jajajaja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario