Esta mañana al minuto de salir de mi casa, me paró una mujer que tendríe entre 55 - 67 años (sí, un rangor amplio, pero es que tampoco puedo saber por el físico la edad justa de alguien...). El caso es que me preguntó si veía el número de teléfono que ponía en un cartel de esos naranjas chillón de "se vende". Le contesté que sí y me pidió que por favor le marcase el número en su móvil. Tras marcárselo me pidío que me pusiera yo y le preguntase si en el bloque haía ascensor, pues se había operado de cáncer y tenía la pierna mal y no podía permitirse subir muchas escaleras. Por supuesto, no me importó llamar, así que me puse y hablé con el propietario. Lástima, pues no tenía ascensor. Y ya la mujer se puso a contarme de que tenía un bultito en la pierna y le estaban analizando lo que era, así como que recientemente le habían operando de cáncer de mama. De hecho, me enseñó básicamente su pecho. Se abrió la camiseta por el cuello, se quitó un relleno y pude ver como no tenía ese pecho y una especie de raja en la que se "metía la carne" y quedaba un diujo un poco raro. Esto en milésimas de segundo, porque yo no quería ver eso...
Ha sido algo duro. Qué puta es la vida. Estoy segura de que esa mujer no se merece todo eso que le está pasando. Ni esa mujer ni otras miles de personas que pasan por algún cáncer.
La verdad es que la situación me ha chocado, y es que nunca me había pasado así ni había visto un pecho operado por ese motivo.
Y nada, ha sido una experiencia de menos de 5 minutos, porque la verdad, ha sido eso. Nos despedimos y ya está...
En serio, qué puta es la vida...
Ojalá no tenga que sufrir más esa señora. Ha pasado suficiente...
Y sí, me permito opinar eso porque no es el primer caso de cáncer que conozco, pues tres me han pillado de bastante cerca, y he visto cómo lo ha pasado la familia y la propia persona...
En fin...
Señora, nunca leerá lo que escribo, pero le mando mucho ánimo y mucha energía positiva. :)
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